La Biblia Habla
En general, en todos los países, los niños viven con sus familias. Y en familia, las cosas no siempre van bien. Las discusiones familiares son normales, en cualquier parte del mundo.
Cuando Jesús vivió en Israel, Él contó una parábola (historia) la cual tú puedes leer en la Biblia en el evangelio de Lucas, capítulo 15, versículos 11 al 32.
… Una vez un hombre tenía dos hijos. El hijo menor dijo a su padre, “Dame lo que me toca de la herencia”.
El hijo quería dejar su familia, vivir en otro lado y hacer lo que él quisiera.
Entonces, el padre dividió su herencia entre los dos hijos. Poco tiempo después de esto, el hijo menor empacó todo lo que tenía y se fue a un país extranjero.
Al principio, hizo muchos amigos a causa de su dinero. El hizo muchas cosas que no fueron buenas para él y en poco tiempo el dinero se había ido. Tuvo que buscar un trabajo. El único trabajo que él pudo encontrar fue cuidar cerdos en el campo. Un trabajo sucio que no le pagaba suficiente para comer muy bien.
Poco tiempo después, el hijo empezó a pensar, “Todo estaba bien antes, cuando estaba en casa. Bien, he decidido que iré a casa. Veré a mi padre y le pediré que me perdone, Le diré que no merezco nada, y que no quiero nada”
Desde que el hijo se había ido, el padre había estado esperando que el volviera. El esperó y esperó.
El joven estaba en camino a casa cuando su padre lo vio a lo lejos. Se emocionó y corrió a abrazarlo. “Padre, quiero pedirte que me perdones por todo. Haré lo que me digas”
El padre no estaba enojado con él. Al contrario, viendo a su hijo con la ropa sucia y rota, hizo que un sirviente le trajera ropa de fiesta y otro para preparar una gran cena.
El otro hijo, el que se había quedado en casa, escuchó la fiesta y vio el baile. El estaba celoso. ¡Increíble! Una gran fiesta para su hermano que había insultado a su padre. El padre intentó explicarle, “Hijo, tenemos que estar felices y divertirnos porque era como si tu hermano estuviera muerto y hubiera vuelto a la vida. El estaba perdido, pero lo hallamos de nuevo”.
Everyone listening to Jesus was astonished. How can that be?Is it really enough to just ask for forgiveness, to admit that you’ve done bad stuff and disobeyed? It’s enough, enough to get back into the family and live with them again.
Todos los que escuchaban a Jesús quedaron asombrados. ¿Cómo puede ser? ¿Es realmente suficiente solo pedir por perdón, admitir que has hecho mal las cosas y desobedecido? Es suficiente, suficiente para volver a la familia y vivir con ellos otra vez.
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Déjame decirte por qué Jesús contó la parábola sobre esta familia.
Jesús quería que entendiéramos que Dios nos ama porque Dios es amor. Él es justo como el padre en la historia, para todos nosotros. Cuando hacemos el mal, se llama pecado y el pecado nos separa del Reino de Dios.
Dios nos puede perdonar gracias a Jesús, quien vino a encontrar y a salvar al perdido… personas como el hijo menor… personas como tú y yo.
Jesús es la única persona que puede ser llamado el Salvador del Mundo.
Dios te ama tanto que envió a Jesús, su único hijo, para quitar todo el pecado y la desobediencia. Dios ciertamente no quiere que nos alejemos de Él.
Just like the young son, ask God to forgive you. Jesus helps us find your way home to God’s house.
Tal como el hijo menor, pídele a Dios que te perdone. Jesús nos ayuda a encontrar el camino a casa, la casa de Dios.
