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Bienvenidos a todos los grandes y pequeños
En las últimas semanas, me enteré del nacimiento de tres bebés. ¡Formidable! Ustedes, como yo, fuimos bebés. Es posible que te hayan mostrado fotos de tu nacimiento.
Y luego todos crecimos. Poco a poco nos fuimos haciendo más grandes… ¡poco a poco!
Cuando teníamos seis años, habíamos crecido para ir a la escuela primaria, pero los que estaban en la escuela desde hacía varios años nos llamaban “los pequeños”.
Definitivamente, ¿cuándo nos volvemos GRANDES?
Conozco a un bebé en la Palabra de Dios que creció año tras año. Su nombre es «Samuel». Puedes leer cómo llegó a ser Grande en la Biblia (libro de 1 Samuel). Desde temprana edad, llegó a saber que Dios era el Más Grande, el Todopoderoso, el que creó el Cielo y la Tierra. Y entonces conoció la Palabra de Dios. ¡No solo escuchó a «grandes» personas hablarle de Dios, sino que un día escuchó a Dios hablarle a él, a él, directamente!
Así creció Samuel: Con la Palabra de Dios. Samuel crecía y complacía a Dios y a la gente que lo rodeaba. No se olvidó de las Palabras del Señor.
¡De paso! ¡Jesús también vino como un bebé, Él, el Hijo de Dios!
–> Así tú también, sigue creciendo agradando a Dios y a las personas que te rodean. Te harás cada vez más grande… CON DIOS y PARA DIOS.
