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¡Bienvenido!
A menudo, en diferentes países, en diciembre, algunas calles comienzan a decorarse. ¡Se acerca la Navidad!
Y tendremos que esperar y esperar, día tras día la noche del 24 y finalmente el 25 de diciembre! La venida de Jesús a la tierra de Israel, Belén.
Sí, los ángeles vinieron a anunciar el evento a los pastores. Y los pastores fueron a ver a este bebé, nacido en un establo, ¡Él, el Hijo de Dios, el Salvador! ¡Qué alegría para todos! Vino como Dios lo prometió, hace mucho tiempo. ¡Dios siempre cumple sus promesas!
¡Pero eso fue antes! ¡Y todavía estamos hablando de eso hoy! Y volveremos a hablar de ello mañana y pasado mañana.
«Navidad», lo pensamos bien antes y lo volveremos a pensar después. Navidad, esta es una muy buena noticia que se queda en nuestra memoria. Pensaremos en amigos, familiares, regalos ofrecidos o recibidos, la buena comida.
Y esperaremos la Navidad del año que viene.
¡Pero no olvidemos que esta fiesta de Navidad no existiría si Jesús no hubiera venido a la Tierra!
Dios nos da una nueva promesa: Jesús regresará a la Tierra una vez más. Así que esperemos en Él. Seguro, volverá, pero más que como un bebé, como un Rey, ¡el Rey de reyes! ¡El Señor de Señores!
