Los patos y las rana

Nuestra amiga Joyanna

Muchos niños e incluso adultos, quisieran dar lo mejor en lo que sea que hagan, para ser alabados, para recibir una recompense, o para ser los jefes. Aquí está una historia que nos ayuda pensar un poco más sobre esto.
“Croak, croak”, La rana estaba teniendo una conversación con dos hermosos patos que estaban deslizándose tranquilamente por el agua.
“Oh, el viento, la lluvia, las hojas cayendo. Se siente como otoño”
“Si, pronto será tiempo para irnos antes de que haga mucho frío. Volaremos hacia el cálido sur.
“¡Oh, ustedes son muy afortunados! Yo me tengo que aguantar el frío y esconderme debajo de la tierra para no morir”
Los patos sintieron pena por la pobre rana. ¿Qué podrían hacer ellos? Uno de ellos tuvo una idea:
“¿Qué piensas sobre ir con nosotros en nuestro viaje?”
“You’re not thinking straight. There is no way I could come with you!”
“¡No estás pensando claramente! ¡No hay manera que pueda ir con ustedes!”
“Y tú no te das cuenta lo inteligentes que podemos ser los patos!
Entonces los dos patos agarraron una rama larga y muerta con sus picos, un pato a cada extremo. La rana no estaba segura de lo que estaba pasando.
“Bueno, párate en la mitad y agarra el palo con tu boca”
Y lo siguiente que sabemos, es que nuestro extraño equipo estaba volando, una rana con dos patos, cada uno agarrado de la rama. ¡La rana estaba disfrutando su primer vuelo!
Un granjero miraba hacia el cielo y vio a la rana con lunares, los patos y la rama y gritó:
“¿Quién de ustedes tuvo esta gran idea?
“¡Yo! Dijo la rana
¡Pero al decir esto, la rana había abierto su boca! Como probablemente habrás adivinado, eso significa que cayó a tierra a gran velocidad y su viaje había terminado.
¿Tú que piensas de esta rana? Estaba pretendiendo ser algo que no era, presumiendo para impresionar al granjero.


Ahora, conozcamos a Jesús que estaba entrando en la cuidad de Capernaum. Un centurión, un hombre que tenía 100 soldados bajo su comando, vino hacia Él, y le pidió, “Mi sirviente esta en cama en su casa, está muy enfermo y con mucho dolor”.
.“Yo iré y lo sanaré”, replicó Jesús.
“Señor, no soy lo suficientemente bueno para que vengas a mi casa”, dijo el centurión.
Este hombre era muy importante porque era el responsable de muchos soldados. Pero él también fue humilde: reconoció el poder de Jesús y se vio a si mismo muy pequeño en comparación con Él.
Su sirviente fue curado instantáneamente.Lee esto en el Evangelio de Mateo, capítulo 8, versículos 5 al 13.

…..

No nos sirve de nada decirle a la gente cuan geniales en el futbol o en la escuela, o cuan costoso es el diseño de nuestra ropa.
El centurión entendió que Jesús mira nuestros corazones y que Él es bondadoso con aquellos que no se consideran mejores que los demás.

De hecho, Dios nos trata con una bondad mayor, tal como dicen las Escrituras: “Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes.Santiago 4:6
Tu amiga Joyanna 

Comparte este artículo

Nuestra amiga Joyanna

Go to Top