—¿Qué quieres que haga por ti? —preguntó Jesús.
—Mi Rabí—dijo el hombre ciego—, ¡quiero ver!
Y Jesús le dijo: —Puedes irte, pues tu fe te ha sanado.
Al instante el hombre pudo ver y siguió a Jesús por el camino.
—¿Qué quieres que haga por ti? —preguntó Jesús.
—Mi Rabí—dijo el hombre ciego—, ¡quiero ver!
Y Jesús le dijo: —Puedes irte, pues tu fe te ha sanado.
Al instante el hombre pudo ver y siguió a Jesús por el camino.