Nuestra amiga Joyanna
Déjame contarte una historia increíble… increíble, ¡pero cierta!
Todo tuvo lugar en los sorprendentes y muy famosos parques y jardines del castillo de Versalles, construido para el Rey Sol, Luis 14th, hace mucho tiempo.
Turistas de alrededor del mundo visitan el castillo todo el tiempo, por lo que todo tiene que estar limpio y ordenado.
En este día en particular, un leñador notó la rama de un árbol que colgaba en uno de los caminos que podría haber causado problemas a los visitantes… y no se veía muy bien.
Armado con su hacha, el leñador fue a cortarla. La rama se cayó, pero eso no fue todo. Junto con la rama, pequeñas piezas amarillas de algo llovieron sobre el suelo. ¡Imaginen la sorpresa para el leñador!
Todos podemos soñar con árboles con oro escondido en sus ramas, pero eso solo sucede en cuentos de hadas.
Entonces, ¿quién había dejado el tesoro balanceado en esta rama: 1,131 piezas de oro? ¿Alguna idea? …
¿Podría alguna clase de pájaro haber llevado las piezas en su pico y escondido en lo alto del árbol?
Por su puesto, la urraca, el gran pájaro blanco y negro que parece gustarle los parques franceses. Incluso la llamamos la urraca ladrona, porque se siente atraída por cualquier cosa con destellos o brillos y después lo esconde.
A los niños les gusta coleccionar diferentes clases de tesoros tales como conchas, piedras, lápices de colores…toda clase de cosas.
Como la urraca, había un hombre que fue tentado por el dinero que no le pertenecía. Lo encontramos en la Biblia. ¿Sabes quién es? Es un hombre que recaudaba impuestos de las personas (para los Romanos), más un poco más para el mismo. Se hizo muy rico, pero nadie lo quería. Lo llamaban ladrón y nadie quería ser su amigo.
Jesús pasaba por Jericó cuando levantó sus ojos hacia los árboles y dijo: “Zaqueo, hoy quiero ir a tu casa”. Zaqueo no era muy alto y se había subido en una rama para ver a Jesús. Que sorpresa fue para toda la gente allí, incluyendo Zaqueo, escuchar eso. ¿Estaba Jesús realmente yendo a la casa de un ladrón?
Lleno de alegría y emoción, Zaqueo le dio la bienvenida a Jesús y prometió devolver todo lo que había robado y dar dinero a los pobres. Zaqueo recibió una vida nueva.
La Biblia nos dice, “El hijo del Hombre vino a buscar al perdido y salvarlos” Lucas 19:10.
Sin lugar a dudas, Zaqueo no pudo haber ido al Cielo mientras aun fuera un ladrón. Pero ahora, él estaba con Jesús.
En cuanto a ti, a veces haces cosas que a Dios no le gustan. Todos lo hacemos.
Pídele que te perdone y ayúdale a tus amigos a ser como el nuevo Zaqueo contándoles su historia.
Sin duda, tendremos un gran tesoro en el Cielo, solo estar allí con Jesús en el lugar que nos ha preparado.
Tu amiga Joyanna– Emilya