Bienvenidos

El sol se levanta cada mañana, como tú también y cuando cae la noche te acuestas, como siempre.

Es verdad que algunos días te levantas un poco más temprano o más tarde y a veces te acuestas temprano. Pero te levantas y te acuestas todos los días. Así es como son las cosas; es el ritmo normal de cada día. Es un hábito.

Cuando el templo de Dios, la casa de Dios estaba en Jerusalén, los hijos de Leví servían allí cada mañana y cada tarde. Ellos alabaron y glorificaron a Dios con sus palabras y sus canciones.

También para nosotros, es bueno pensar en Dios cada mañana y cada tarde, es un buen hábito.

Aquí está una lista de hábitos. Depende de ti decidir si son buenos o malos hábitos:

Decir “Buenos días” a tus padres todos días / lavar tus manos a la hora de comer / empujar a todos los demás para ser los primeros en conseguir algo / llevar tu celular contigo a tu habitación / decir siempre: yo, yo, yo / decir “gracias” cuando alguien te da algo / hablar con Dios cada día / decir cosas malas sobre los demás / ordenar tus cosas / siempre decir “no” / sentarte demasiado cerca de la pantalla del televisor / ayudar a otros.

Déjame animarte a adoptar un buen hábito: Pídele siempre a Dios, tu Padre en el cielo, que te ayude a tener buenos hábitos y mantenerte en el buen camino que conduce a la vida eterna: Jesús.

El Señor dice: Te guiaré por el mejor sendero para tu vida; te aconsejaré y velaré por ti.  Salmo 32:8