¿Qué clase de educación deberíamos dar a nuestros hijos?

En diferentes momentos, en cada cultura, ha habido diferentes clases de educación.  Frecuentemente, en Europa y otros lugares, hablamos mucho el cerebro de un niño, su flexibilidad y las diferentes zonas.  Es verdad que nuestras actitudes, nuestras acciones y reacciones hacia un niño tienen un impacto en su presente y futuro, su comportamiento, sus decisiones en la vida.

Un niño no está completamente-desarrollado al nacer sino alguien que está trabajando en progreso: cuerpo, alma y espíritu.

La Biblia habla de un niño llamado Joás (2Reyes 11 y 12) quien fue escondido a la edad de 7 años, porque estuvo amenazado de muerte. Durante sus primeros seis años, él estuvo protegido por su tía Josaba y Joiada, el sumo sacerdote del templo en Jerusalén.  En su primera infancia, fue educado en los pensamientos de Dios, a través de su Palabra. Y a través del ejemplo de adultos que realmente amaban a Dios. Cuando fue nombrado rey a la edad de 7 años, él siguió todos los consejos que el sacerdote Joiada le había dado. Estos fueron buenos años para el país.  La gente le daba a Dios el primer lugar en sus vidas.

Pero hay una frase, un verso que es muy positivo pero que sugiere un final menos que glorioso:” Joás hizo lo correcto a los ojos del Señor mientras siguió el consejo de Joiada”

Desafortunadamente, cuando Joiada murió, Joás siguió diferentes consejos, malos consejos de personas que no pensaban en honrar a Dios. Y se vio el comienzo de una sucesión de revueltas y traición que terminaron con el asesinato de Joás.

¿Por qué Dios nos cuenta esta historia?  Entre otras cosas, Dios llama nuestra atención de manera que podamos ayudar a construir su propia vida y no solo ser copias nuestras o personas obligadas a ser iguales a los demás.

Somos llamados a ayudar a nuestros hijos a tomar elecciones desde una muy temprana edad y a pensar en las consecuencias de sus decisiones.  Es educación sobre asumir responsabilidad. Por supuesto, esto debe hacerse teniendo en consideración la etapa de desarrollo de cada hijo, en situaciones que no los pongan en riesgo.

A veces jóvenes, incluso jóvenes adultos, eligen una forma diferente de la que se criaron en su infancia, como una reacción o rebelión, esperando tomar sus propias decisiones y expresar sus propias creencias.

Un versículo en la Palabra de Dios habla sobre los padres, “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” Proverbios 22:6

Una buena educación a través del ejemplo y un bueno consejo de la Palabra de Dios y su Espíritu, tarde que temprano traerán un buen resultado. ¡Ten confianza!