Pregunta del mes
Si te caes mientras estas aprendiendo a montar bicicleta, otros podrían burlarse de ti riéndose y diciéndote que eres inútil. Entonces, empiezas a llorar, tiras la bicicleta, y huyes llorando. ¡O les sacas la lengua y les gritas que ellos son los que son unos inútiles!
En el segundo libro de los Reyes, en el capítulo 2, en la primera parte de la Biblia, leemos acerca de lo que le sucedió a uno de los siervos de Dios: “Eliseo salió de Jericó y subió a Betel. Mientras caminaba por el camino, un grupo de muchachos de la cuidad, comenzaron a burlarse y a reírse de él. “¡Vete, calvo! ellos cantaban “¡vete, calvo!”
En otro momento, algunos hombres se burlaron del apóstol Pablo porque él dijo que Jesús había vuelto a la vida(Resucitado, Hechos 17:32)
El hecho es que Eliseo era calvo. Y los niños descubrieron que eso era algo que ellos podían usar para burlarse. Probablemente no veían a alguien calvo muy a menudo, porque en esos días todo el mundo llevaba algún tipo de cubierta en la cabeza.
Desde el principio de los tiempos, algunas personas se han burlado de otras. ¿Por qué? Porque su corazón no está bien con el Señor. No tienen un corazón lleno del amor de Dios. No respetan a los demás, especialmente a quienes son un poco diferentes de ellos, o quienes no piensan como ellos. Intentan lastimarlos y rechazarlos.
– En la escuela o en el vecindario, algunos se burlan de un niño que no tiene el mismo color de piel, o del que no usa la misma ropa que los demás. O, algunos se burlan de una persona porque tiene algún tipo de discapacidad. Les ponen nombres, se ríen mientras muestran un dedo, para que otros se nieguen a jugar con ellos.
Cuando te burlas de alguien, hieres su corazón.
¡Quizás te ha pasado algo así! Los niños tratados de esta manera se pueden volver muy tristes y se niegan a salir con otros. Quieren estar solos y eso puede ser realmente perjudicial.
Si tu alguna vez has herido a alguien de esta manera, si puedes, pide disculpas y pídele a Dios que te ayude a no unirte en esta clase de cosas nuevamente.
– Y si alguien se ha burlado de ti, trata de entender por qué y pídele a un amigo que te ayude. ¡También puedes orar!